Realizar un seguimiento de la actividad física o el ejercicio es de gran utilidad, especialmente para las personas o pacientes que deben aumentar su nivel de actividad por sugerencia médica o durante los programas de pérdida de peso.
Medir la actividad física y el ejercicio físico nos permite cuantificar y, por tanto, obtener un valor numérico de la cantidad de movimiento o ejercicio que realiza una persona. Este resultado lo podemos clasificar de acuerdo con estándares de poblaciones, nos permite contar con la trazabilidad de su evolución en el tiempo y nos ayuda a proponer metas realistas, ajustadas a su propio comportamiento. Sin embargo, lo más importante con mis pacientes, es ayudarlos a generar consciencia sobre la realidad de su movimiento diario y sobre la necesidad de alcanzar un balance entre mente y cuerpo.
Actualmente, la electrónica y la tecnología de la información han mejorado esta medición. Todos los celulares inteligentes (smartphones) poseen en su interior sensores de movimiento y son innumerables los softwares que los utilizan para medir el tiempo de la actividad en minutos, el número de pasos, hasta las calorías derivadas de la actividad física, y si la persona quiere mejorar la exactitud de las mediciones, puede adquirir manillas o pulseras de actividad física (trackers) o relojes especializados en ejercicio o deporte. La mayoría de los relojes inteligentes (smartwatches) poseen también software para medir la actividad física y el ejercicio. En caso de utilizar su teléfono celular para esta medición, es indispensable que usted lo tenga siempre en su cuerpo, ya sea en un bolsillo o usando un canguro (su celular no podrá medir su actividad si está encima del escritorio o en su bolso).